domingo, 20 de mayo de 2012

FOTÓGRAFOS PUBLICITARIOS. Tres títulos básicos en la colección de un fotógrafo


La monografía de Diane Arbus.

Hermana del poeta Howard Nemerow y discípula de la fotógrafa austriaca Lisette Model, Diane Arbus se dedicó a recorrer los peligrosos barrios de Nueva York en busca de personajes a los que retratar, escogiendo a personas marginales: enfermos mentales, gigantes, familias disfuncionales, fenómenos de circo…

En 1971, después de una larga depresión, Diane Arbus se suicida. Un año más tarde su trabajo es seleccionado para participar en la Bienal de Venecia, siendo la primera fotógrafa estadounidense en ser seleccionada, y el MOMA de Nueva York organiza su primera gran retrospectiva.

La fotografía de Diane Arbus es directa, con predominio de los retratos basados en la observación, haciendo que todos los personajes parezcan extraños, tanto sus fotografías de Freaks como de personajes de la calle. Siempre hay una cierta tensión en la mirada, como esperando el momento en que la fotógrafa dispare la foto.
Este año se cumplen cuarenta años de su primera edición y la editorial Aperture lanza una nueva edición donde podemos apreciar que, en todo este tiempo, las fotografías que contiene este libro no han perdido nada de su fuerza original.



Uncommon Places de Stephen Shore

Fotógrafo desde los 9 años, Stephen Shore fue un pionero en el uso de la fotografía en color.

Su libro Uncommon Places, se convirtió en una especie de biblia para los nuevos fotógrafos que usaban el color, ya que su trabajo junto al de otros fotógrafos, probó que la fotografía en color como la pintura o la fotografía en blanco y negro puede ser un arte.

El trabajo de Shore se caracteriza por sus inexpresivas imágenes, escenas banales y objetos sobre los Estados Unidos.

Actualmente, es el director de fotografía del Bard Collage en Massachussets.





Guide de William Eggleston

Influido por Robert Frank y el libro “El momento decisivo” de Henri Cartier-Bresson, Eggelston comenzó a experimentar con la fotografía en color, aunque ya había realizado varios trabajos en blanco y negro.

En los 70’s, mientras daba clases en Harvard, descubrió el proceso conocido como Dye-transfer a través de un anuncio de laboratorios fotográficos, al llamar su atención se dirigió al laboratorio con el fin de averiguar cómo era el procedimiento y quedó impresionado por la saturación de colores y las calidades de las tintas. Una de sus obras más conocidas realizadas por este procedimiento se titula The Red Ceiling.

En 1976 realizó una exposición en el MOMA que armó escándalo, y comenzó a moverse por los ambientes del arte pop debido a su relación con una de las musas de Andy Warhol, lo que le ayudó a difundir su concepto de que cualquier cosa queda representada del mismo modo por la óptica de la cámara, conocido como Democratic Camera, que también ha sido el título dado a la más importante exposición retrospectiva realizada sobre su trabajo.








PUBLICADA POR Marta Carrión Páez

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