Si algo tienen en común los fotógrafos orientales son sus
críticas a la sociedad, tanto en sus países de origen como a nivel global. Son
trabajos con un mensaje implícito. Reivindicativo en muchos casos.
El fotógrafo oriental que más está dando que hablar
últimamente es Nobuyoshi Araki, que por lo general retrata a mujeres desnudas
en poses poco decorosas.
A menudo se ha
tachado su trabajo de machista y misógino, aunque otros aplauden su arte. Sea
como sea, su obra nunca está exenta de polémica.
Otro fotógrafo oriental, en este caso de origen chino, es
Weng Fen, que a través de su obra realiza una crítica a la sociedad, basándose en
la pérdida de la identidad que está sufriendo china debido a su crecimiento y
desarrollo.
Son imágenes muy simbólicas a la vez que estéticas.
Por último, el trabajo del fotógrafo japonés Yutaka Katanashi sigue la
misma estela, aunque con claras diferencias.
El escenifica su crítica a la sociedad de forma mucho más espontánea,
tomando instantáneas de lo que él define como el Tokio oculto, que muestran el
cambio social que está sufriendo esa sociedad.
PAULA MARTÍNEZ GARCÍA
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